24 de junio de 2014

Canción Cantada. según Ana Gutiérrez


Canción Cantada (1), es una pieza teatral de creación colectiva, que se estrenó el pasado mes de mayo en la sala Espacio 44 de la ciudad de La Plata. Con dramaturgia de Carolina Donnantuoni (2) sobre textos de Ayelén Dias Correia y Constanza Mosetti.
Esta obra artística es teatro contemporáneo caracterizado por el exceso, que subvierte un orden y desestabiliza la estructura escénica; desmedido, inconmensurable, y transgresor va configurándose con el Otro, mutando en el tiempo, donde no hay tiempo. Empieza la primer escena con dos mujeres leyendo en forma intercalada la narración de un texto; cartas de amor de su juventud, de amores desencontrados. Mientras una lee, la otra llora en un ir y venir repetitivo de movimientos y gestos corporales en dramático frenesí, donde los espacios textuales se superponen, donde las fronteras se borran y los discursos se atraviesan y se infiltran uno a otro. El espacio donde transcurre la obra, está montado con objetos de la vida cotidiana que parecería que cobran vida propia -una mesa, dos sillas, cuatro lámparas colgantes que se prenden y se apagan en distintos momentos escénicos- acompañando a las dos actrices, en un éxtasis de movimientos desestructurantes, donde objeto y cuerpo son uno. Cuerpos que se comportan como letra insepulta, cuerpos que al igual que la letra, no dicen nada más que su muda presencia y que en esa agonía de sentido se escabullen llevándose jirones de recuerdos que por momentos irrumpen rompiendo el silencio y el ritmo, con una canción que se repite en un exceso de goce, en la desmesura y la violencia significante: “La urgencia de decirle amigo mío algo que nunca le había dicho; si pudiera hacer que el tiempo fuera al revés, saldría de esta habitación en busca de usted…”
Por un lado, un cuerpo viviente, biológico, donde se encarna el significante que lo eleva a la particularidad subjetiva de la palabra, donde un resto pulsional se desplaza en la  escena, como objeto indecible, como verdad ficcionalizada. Por otro lado, el espectador, el que mira la creación artística, descifrando su propio enigma detrás del velo, que porta la escena teatral, como esa “otra escena” en los decires de Freud: el inconsciente, “que es convocado a asociar sobre las causas de su deseo que se pone en acto en el hecho artístico”. (3) En esa sucesión de microescenas, fragmentos de poéticas desmesuradas, donde están comprometidos la vida, el amor, el odio, la muerte, lo sagrado, la distancia; en un espacio textual constituido por letras, sonidos, silencios, vacíos, en un collage reconstruido por personajes que en ese interjuego de voces, gestos y movimientos recuerdan en una repetición que no cesa, trazando un mapa del inconsciente que nos interpela a cada uno. En el Seminario 11, Lacan nos lleva por la vía de la repetición (automatón), pero con la exigencia de lo nuevo. La repetición no es simplemente la reminiscencia significante que implica un sentido, sino que en esa repetición algo nuevo se juega. Suponemos un real en el corazón de la repetición, y en ese goce-encuentro (tyche) fallido con lo real que está y siempre escapa, algo nuevo se cuela. Y el encuentro en tanto fallido, en psicoanálisis tiene un nombre “el trauma”. Trauma como real inasimilable, es lo hecho sin dicho, que concierne al sujeto, y en esa teatralidad del exceso, puesta en escena, se produce un extrañamiento en el espectador por momentos angustiante, en la búsqueda reveladora de su verdad.

Ana Gutiérrez

(1) Actuación: Ayelén Dias Correia y Constanza Mosetti. Espacio y fotografía: Hierba roja teatro. Vestuario: Natalia Suárez y Magalí Salvatore. Equipo lumínico: MAEE EP!. Asistentes de dirección: Alejandra Buitrón y Liliana Perdomo. Dramaturgia y dirección: Carolina Donnantuoni.
(2) Directora centrada en el campo de la producción escénica e investigación de diferentes dramaturgias. Docente en la ETLP, actriz y directora nacional e internacional, gestora y organizadora de encuentros de teatro y danza en Argentina y España, trabaja desde el 2011 en Hierba Roja teatro, grupo independiente del que es fundadora.
(3) Acuña, Enrique: “Borges y la extimidad en El Aleph” en Resonancia y silencio, Psicoanálisis y otras poéticas. Edulp.

Artículo publicado en El Loro de A.V.A (Boletín del Área Virtual Analítica): http://issuu.com/aplp/docs/loro21/13?e=1621464/8334831